Todo el mundo está familiarizado con el sabor fuerte del ajo. Añade sabor a innumerables platos sabrosos. También es bastante saludable, con carbohidratos y proteínas complejas, además de minerales y vitaminas vitales como la vitamina B, sodio, potasio y magnesio. Comer ajo regularmente puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas y otras enfermedades cardiovasculares, así como trastornos metabólicos como la diabetes.
El olor instantáneamente reconocible del ajo proviene de la alicina, un compuesto de azufre. Hace que el ajo sea excelente para el tratamiento de infecciones porque puede matar algunos tipos de virus más eficazmente que los antibióticos y sin los efectos secundarios desagradables. El ajo también contiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes que apoyan la función óptima de todos los sistemas del cuerpo.
¡Pero aún no hemos terminado! El ajo mejora el flujo sanguíneo, reduce el colesterol e incluso ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro al reducir el daño oxidativo. Con todos los beneficios de comer ajo, ¿por qué demonios lo pondrías debajo de tu almohada? Resulta que hay varias razones.
Sigue leyendo para saber qué sucede cuando escondes uno o dos dientes debajo de tu almohada por la noche.
