Actualmente se dice mucho en los medios sobre el valor para la salud de las nueces y semillas. Se cree que comerlas ayuda con todo, desde bajar de peso hasta protegerte del cáncer. Ahora, es cierto que las nueces y las semillas tienen una alta densidad de vitaminas y minerales críticos. Y a pesar de que son muy altas en grasa, en su mayoría son grasas insaturadas saludables que realmente pueden ayudar a reducir su colesterol y combatir las enfermedades del corazón.
Sin embargo, definitivamente puede ser demasiado, de algo bueno, cuando se exagera con las semillas y frutos secos, y ese nivel es muy fácil de alcanzar y superar. Los efectos de la indulgencia excesiva son incómodos a corto plazo y francamente peligrosos a largo plazo. Echemos un vistazo a lo que sucede. ¡Algunos de estos tienen el efecto contrario de la razón por la que optaste por comer nueces y semillas en primer lugar!
Aumento de peso
Muchos estudios sugieren que comer nueces y semillas pueden ayudarte a bajar de peso. Y si pueden, pero solo en cantidades muy limitadas y en conjunto con una dieta completa y un régimen de ejercicio. Las nueces son especialmente altas en grasa, y aunque la mayor parte de esa grasa es insaturada, aun así representa una carga de calorías alta. Si comes demasiadas nueces, seguramente aumentará en lugar de perder kilos.
Si planeas agregar nueces o semillas a tu plan para bajar de peso, es importante compensar reduciendo la cantidad de calorías que consumes en otros lugares. Este no es uno de esos bocadillos saludables que puedes olvidar que comiste sin arruinar tu dieta.
