1. Las semillas de manzana son venenosas
Las semillas de manzana contienen algo llamado amigdalina, que se convierte en cianuro mortal cuando las semillas se mastican o trituran. Es un mecanismo de defensa eficaz para la fruta porque el cianuro interfiere con el suministro de oxígeno a las células de su cuerpo y puede matar a una persona en cuestión de minutos con una dosis suficientemente alta.
Accidentalmente comer una semilla o dos no te matará, pero puede causar efectos negativos para tu salud, como mareos, debilidad, confusión, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y calambres estomacales. Pero no te preocupes si te acabas de tragar la semilla sin masticarla. En este caso, es probable que pase a través de tu sistema sin ser digerida. Sólo cuando se trituran las semillas se produce la conversión al cianuro.