2. La cúrcuma
Los fanáticos de la cocina asiática están muy familiarizados con la cúrcuma, que es la hierba que le da al curry su sabor y color distintivo.
El ingrediente activo en la cúrcuma es la curcumina, que se sabe que reduce el efecto de las moléculas inflamatorias y las enzimas que desencadenan la enfermedad renal crónica. La curcumina en realidad frena el crecimiento y la propagación de todo tipo de microbios, aliviando la tensión en los riñones.
Una advertencia aplica para las personas que ya tienen enfermedad renal. La cúrcuma contiene una buena cantidad de potasio, que normalmente funciona en asociación con el sodio para regular los niveles de líquidos del cuerpo. La enfermedad renal dificulta que los riñones mantengan el potasio en equilibrio, por lo que a los pacientes a menudo se les pide que limiten su ingesta de curcumina.