4. Nueces
Un antojo salado de vez en cuando puede ser muy difícil de resistir, pero cuando se presenta en forma de papas fritas o galletas, acabas por comer una cantidad muy alta de grasas saturadas y sodio. Prueba las nueces como sustituto. Las investigaciones han demostrado que comer una onza de nueces mixtas todos los días reduce el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en un 28%.
No tienen que ser nueces mixtas; cualquier variedad que te guste funciona, incluyendo el cacahuete, que es mucho más asequible. Puedes comer tus nueces en un puñado o picarlas y tostarlas como una excelente adición crujiente para las ensaladas, las verduras asadas o los guisados.