Absorción deficiente de nutrientes
El ácido fítico, más allá de ponerle estrés al sistema digestivo, puede restringir la capacidad del cuerpo para absorber otros nutrientes. Debido a que los humanos no pueden digerirlo, el ácido fítico queda libre para unirse con minerales como el hierro, el magnesio y el zinc y nos impide usarlos. Los estudios sugieren que nuestros cuerpos pueden absorber hasta un 20% más de zinc y un 60% más de magnesio de los alimentos cuando el ácido fítico no está presente.
Por suerte, el ácido fítico no elimina estos minerales de nuestros cuerpos, pero los “roba” de las comidas en el proceso de digestión. También se sabe que interfiere con las enzimas que se usan para digerir los alimentos. Los ejemplos incluyen la pepsina, que se usa para descomponer las proteínas en el estómago, y la amilasa, que convierte el almidón en combustible. El ácido fítico también puede inhibir el uso de la enzima tripsina, que es necesaria para digerir proteínas en el intestino delgado.