2. Las papas contienen toxinas
Cuando las papas están expuestas a la luz, desarrollan algo llamado glicoalcaloides, que son tóxicos cuando se consumen. Puedes estar seguro de que una papa contiene glicoalcaloides dañinos, específicamente solanina y chaconina, cuando notes un tinte verdoso debajo de la piel. Pero desafortunadamente, estas toxinas pueden estar presentes ya sea que se vea verde la papa o no.
Estos glicoalcaloides pueden dañar tu salud digestiva y agravar la enfermedad inflamatoria intestinal. También puedes experimentar somnolencia y picazón. Para minimizar la producción de estas toxinas, es importante limitar la exposición de las papas a la luz. También puedes pelar tus papas antes de comerlas, ya que el 60-70% del contenido de glicoalcaloides se encuentra en la cáscara. Sin embargo, la cáscara también contiene mucha fibra que hace que las papas sean saludables en primer lugar.