6. Calor y hielo
El uso de calor y hielo para aliviar el dolor es una técnica antigua que aún se usa porque funciona. Pasar por el proceso de alternar calor y hielo es un primer paso importante para tratar el dolor. Pero para obtener los mejores resultados, se debe observar el orden correcto de aplicación.
Es importante comenzar aplicado hielo en el lugar del dolor, con una toalla o un paño entre la fuente del frío y la piel para evitar que el hielo te queme. El frío reduce la inflamación y adormece el dolor. Pon hielo en el área por hasta 30 minutos y luego deja que tu piel vuelva a la temperatura normal. Luego, aplica calor con una almohadilla térmica. El calor relajará cualquier músculo que se haya contraído alrededor del punto adolorido y aliviará la rigidez.